CONCLUSIÓN:
Los estímulos que recibimos en forma permanente del mundo exterior son captados por células especializadas que se encuentran en la superficie de nuestro cuerpo, por lo que se denominan receptores externos. Estos receptores se agrupan y dan origen a estructuras especiales, llamadas órganos de los sentidos.
Estos órganos se encuentran en estrecha relación con el sistema nervioso: la información que reciben es transmitida a través de los nervios hasta el cerebro, que se encarga de interpretarla y de elaborar respuestas.
EL GUSTO: PAPILAS GUSTATIVAS
La lengua es el asiento principal del sentido del gusto. Ocupa la base de la cavidad bucal y contiene entre 5 y 12 mil papilas gustativas.
EL OLFATO
Los quimios receptores del olfato están ubicados en la parte interna y superior de las fosas nasales. El olfato opera a mayor distancia que el gusto. Se considera, además, que el olfato es unas 10 mil veces más sensible que cualquiera de los otros 4 sentidos.
SABORES Y AROMAS
El gusto y el olfato trabajan juntos, a tal punto que a veces reconocemos el sabor de una alimento con sólo olerlo.
EL OIDO
El oído es el sentido que tiene a su cargo las funciones de la audición y el equilibrio. Al percibir sonidos, registra sus características: volumen, tono y timbre; además de que la dirección desde la cual proceden.
El oído está compuesto por distintas estructuras:
Oreja o pabellón auditivo externo: capta las ondas sonoras.
Conducto auditivo externo: conduce las ondas sonoras hasta el tímpano.
Huesecillos: participan de la audición humana. Transmiten el movimiento del tímpano al oído externo, a través de la ventana oral.
Nervio auditivo: es el responsable de3l equilibrio y la audición.
Tímpano: vibra cuando es golpeado por las ondas sonoras., indicando el proceso en que convierte las ondas sonoras en impulsos nerviosos hasta el cerebro.
LA VISTA
Nos indica formas, tamaños, colores y distancias de los objetos. Los ojos envían las imágenes al cerebro. Allí, éste las interpreta, es decir, nos hace comprender a qué corresponden.
EL TACTO
Es el sentido con el que podemos conocer, entre otras cosas, la textura, el tamaño y el calor de los objetos que tocamos. Sus órganos receptores están en la piel. La piel es una membrana protectora que cubre todo el cuerpo y la forman tres capas.
LOS SABORES: Los seres humanos reconocemos 4 sabores: amargo, ácido, dulce y salado; que se perciben con diferentes partes de la lengua. Las papilas ubicadas en estas zonas funcionan sólo si el alimento está disuelto; por eso, la saliva es muy importante para este sentido.
EL OJO: Cada ojo abarca unos 150º sobre el plano horizontal; con la superposición de ambos ojos, se llega a 180º.
EL GUSTO Y EL OLFATO: Los sentidos del gusto y el olfato se debilitan a medida que envejecemos. Por eso a los ancianos suelen parecerles insulsas las comidas y poco aromáticas las flores.
LA MANO: Las manos tienen una mayor cantidad de sensores táctiles que otras partes del cuerpos, y también un área cerebral muy grande relacionada con ellos.
